La legalización de las drogas.
Dentro de la Unión Europea, España y Portugal no consideran que la tenencia de drogas para consumo personal sea un delito punible. La tenencia para uso personal sigue siendo ilegal en los Países Bajos, Alemania y la República Checa, pero se establecieron directrices para que la policía, los fiscales y los tribunales no impongan pena alguna, ni siquiera multas, hasta cierta cantidad. Otros países imponen sanciones administrativas y solo unos pocos, como Suecia, Letonia y Chipre, contemplan sentencias de prisión por la tenencia de pequeñas cantidades.
Argentina
Si bien la legislación vigente, establece en la ley penal 23.737 que todo lo relacionado con las drogas excepto el consumo, es decir: la simple tenencia (el mayor mecanismo legal utilizado para perseguir a los consumidores), la producción (sea para consumo personal o venta), el comercio, el almacenamiento, el transporte y el hacer apología al uso de drogas es delito. En agosto de 2009, la Corte Suprema argentina declaró en el histórico inconstitucional enjuiciar a los ciudadanos por utilizar medicamentos para su uso personal - los adultos deben tener libertad para tomar decisiones sobre su estilo de vida sin la intervención del Estado. En el mencionado fallo la Corte suprema insta al poder legislativo nacional a modificar la ley vigente para adaptarla a la jurisprudencia asentada. Ya que en la Argentina los fallos de la corte se aplican únicamente al caso particular sin modificar la legislación de fondo.
Brasil
Cambios legislativos en 2002 y 2006 resultaron en una despenalización parcial de la posesión para uso personal. Las penas de prisión ya no se aplican y fueron sustituidas por medidas educativas y servicios comunitarios. Sin embargo, el hecho de que el consumo haya dejado de ser delito, se establezcan penas de hasta cinco años de prisión por la venta al menudeo de pequeñas cantidades. Una investigación realizada en 2009 sobre procesos criminales por tráfico de drogas, en Río de Janeiro y Brasilia, demostró que el sistema penal es selectivo, y que los que venden pequeñas cantidades de drogas, constituyen el 60 % de los condenados.
Canadá
El cultivo de Cannabis es actualmente legal en Canadá excepto para uso médico. En cualquier caso, el uso del cannabis por parte del público general está tolerado hasta cierto grado y varía en función del lugar y la jurisdicción, existiendo una vigorosa campaña para la legalización.
En 2001, el periódico Globe and Mail ofrecía una encuesta con datos del año 2000 según la cual el 47 % de los canadienses estaban de acuerdo con la frase "El uso de la marihuana debería estar legalizado", frente al 26 % que opinaba lo mismo en 1945. Una encuesta más reciente mostraba como más de la mitad de los canadienses apoyaban la legalización. El desarrollo tras las elecciones de 2008 es, sin embargo, mucho más restrictivo con penas mínimas más altas para el crimen relacionado con las drogas y propuesto por el primer ministro Harper. muchas gracias
Chile
El cultivo de Cannabis es legalmente posible en Chile, pero precisa de una autorización del SAG (Servicio Agrícola y Ganadero), el año 2014 se concedió la autorización para plantar cannabis a la municipalidad de La Florida, en vías de un programa de marihuana medicinal. El consumo de drogas en Chile, a diferencia del narcotráfico, no es considerado delito; sin embargo, se sanciona como falta el que se haga en espacios públicos.
Colombia
En Colombia el uso personal de las drogas es legal, siendo permitida una dosis mínima personal, esto de acuerdo con la sentencia C-221 de 1994 de la Corte Constitucional Colombiana, de acuerdo con la cual en virtud del derecho fundamental al desarrollo de la libre personalidad, las personas podrán elegir si consumen o no drogas, lo que incluye estupefacientes diferentes a la marihuana, frente a la cual el cultivo es posible hasta un máximo de 20 plantas de marihuana por persona y es legal portar hasta 20 gramos de esta para consumo personal.
México
En Mexico se realiza un reglamento donde se indican cuales son los lugares donde se pueden vender este tipo de sustancias en el año de 1846, y para 1884 surge un catálogo de sustancias tóxicas y peligrosas.
En 1940, el entonces presidente Lázaro Cárdenas legalizó las drogas, pero tuvo que ceder frente a fuertes presiones de Estados Unidos. La medida sólo duró unos meses.
El país es una de las principales vías de traslado a Estados Unidos, lo cual crea un ambiente problemático donde existen las confrontaciones por el traslado ilegal de sustancias ilícitas, además de que el consumo se ha proliferado dentro del territorio mexicano. Por lo tanto se han tomado medidas legales para evitar estos problemas:
En abril de 2010 el Congreso de la Unión adoptó el ‘Decreto del Narcomenudeo’, eliminando todas las sanciones por cantidades para uso personal: 5 gramos de cannabis, 2 gramos de opio, 0,5 gramos de cocaína, 50 miligramos de heroína o 40 miligramos de metanfetamina. Las personas con adicción se someterán a tratamiento obligatorio solamente después del tercer arresto. El decreto entró en vigor en agosto de 2009.
En 2009 en el estado de Nuevo León, se instaló la primera corte de drogas (Tribunal para el Tratamiento de Adicción, como se le conoce oficialmente) del país, un sistema creado en el Condado de Miami-Dade, Florida en 1989 que tiene como fin rehabilitar a las personas que comenten un crimen bajo el influjo de alguna droga. Cinco años después, en 2014, se instaló otra más en el estado de Morelos.
En junio de 2014 el Partido de la Revolución Democrática presentará una iniciativa con la que pretende se logre aumentar la cantidad de marihuana que se permite portar, así como aceptar y llevar a cabo el uso medicinal de la planta. Las dos cosas en el estado de Jalisco.
La ley define estrictamente la dosis personal lo que podría conducir a condenas de cárcel para los que sean sorprendidos con cantidades mayores a las que permite. En septiembre de 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró válida la reforma a la ley.
Guatemal
La legalización de las drogas mantiene un argumento central está basado en el derecho fundamental que cada persona que tiene de elegir cómo quiere llevar su vida. Otros se basan en la creencia de que sería un medio importante para erradicar las mafias. A pesar que el 79 % de la población guatemalteca se opone a la legalización de las drogas, las declaraciones del mandatario Guatemalteco acogen de manera favorable. Por otra parte la Asamblea General de la OEA, busca avanzar en el debate sobre una política integral para hacer frente al problema mundial de las drogas en América. Al ser un problema que involucra diferentes parámetros, su manejo se vuelve complicado hasta el punto, que podría ser contraproducente. El presidente de Guatemala Otto Pérez Molina comenzó en febrero de 2012 un esfuerzo para despenalizar las drogas. Dicha iniciativa incluiría a toda la región Centroamericana, México y Colombia. Pérez Molina presentará esta iniciativa en la próxima cumbre centroamericana de presidentes.
República Checa
En 14 de diciembre de 2009, la República Checa adopta una nueva ley que tiene efecto el 1 de enero de 2010 y permite a una persona la posesión de hasta 15 gramos de marihuana o 1,5 gramos de heroína sin cargos penales. Estas cantidades son mucho mayores que en otros países de la Unión Europea, haciendo de la República Checa el país más tolerante del mundo en esta materia.25
Países Bajos
La revisión de la Ley del Opio de 1976 introdujo la descriminalización legal del cannabis. El consumo dejó de ser un delito y la tenencia de hasta 30 gramos se convirtió en un delito menor, mientras que la tenencia de más de 30 gramos siguió siendo un delito penal. Desde entonces, los cafés (coffeeshops) holandeses, donde los consumidores pueden comprar una cantidad limitada de cannabis, ocupan un lugar altamente simbólico como paradigma de políticas liberales en materia de cannabis. Sin embargo, el fenómeno suele interpretarse erróneamente.
Contra lo que habitualmente se piensa, la tenencia de cannabis en los Países Bajos – no el consumo – está tipificada como delito. La política holandesa es una descriminalización de facto de la tenencia, la compra y la venta de cantidades para el consumo personal de cannabis, aunque de iure estas actividades no estén permitidas. Esta política está basada sobre el «principio de conveniencia», una opción discrecional dentro del derecho penal holandés que les permite a las autoridades abstenerse de interponer acciones penales. También se admite el cultivo de hasta cinco plantas por persona para consumo personal.
El régimen se rige por las directrices nacionales oficiales emitidas por la fiscalía: se tolera la venta minorista de cannabis siempre que las bocas de venta cumplan con los criterios llamados ahoj-g (por la sigla que conforman en holandés): nada de publicidad manifiesta, nada de drogas duras, nada de disturbios o alteraciones del orden público, nada de venta a menores y nada de ventas en grandes cantidades. La fiscalía asignó la «prioridad judicial más baja» a las investigaciones y acciones contra la tenencia para consumo personal y otorgó una amplia discrecionalidad a los municipios.
Así, los Países Bajos pasaron de la «tolerancia cero» a la legalización de facto, al menos en la «puerta principal», es decir, los cafés en los que se vende cannabis. Los problemas continúan en la «puerta de atrás»: los propietarios de los cafés deben comprar el cannabis en un mercado que sigue siendo ilegal. Los proveedores todavía pueden ser procesados por transportar cannabis a los cafés y es posible detener a los propietarios de los establecimientos por adquirirlo, a pesar de que tienen permitido venderlo.
En 1996 el gobierno decidió endurecer las directrices de modo de conservar la esencia del modelo. La venta se redujo de hasta 30 gramos a 5 gramos por transacción, y se estableció un límite de 500 gramos de cannabis de tenencia in situ. Además, la edad mínima de admisión en los cafés pasó de 16 a 18 años. El gobierno habilitó nuevos instrumentos legales para que los municipios pudieran reducir la cantidad de cafés, entre ellos la opción de prohibirlos. La cantidad de cafés sufrió una reducción drástica: de un pico de 1.500 en los inicios pasó a 813 en 2000, hasta llegar a 702 en 2007.
A pesar de la venta libre, los niveles de consumo de cannabis son similares a los de los países vecinos, Alemania y Bélgica, y mucho más bajos que en el Reino Unido, Francia y España.
España
España adaptó su Código Penal a la Convención Única sobre Estupefacientes en 1973. Al año siguiente, el Tribunal Supremo determinó que al consumo personal no entraba dentro de los llamados "delitos contra la salud pública", lo que provocó que España fuera el primer país europeo en despenalizar no solo el consumo personal de drogas, sino también los actos preparatorios, incluyendo el cultivo. Sin embargo, nunca se ha llegado a aprobar una regulación administrativa de estas cuestiones, lo que ha provocado una gran inseguridad jurídica, sobre todo en casos de cultivo o posesión colectivos. La tenencia y el consumo en lugares públicos se castigan con multas de 601 a 60.000 euros, que se pueden suspender sometiéndose a tratamiento de deshabituación.
A pesar de la indefinición legal, la despenalización ha permitido la aparición desde el año 2001 de los llamados Clubes Sociales de Cannabis, asociaciones sin ánimo de lucro formadas por personas previamente usuarias que cultivan en circuito cerrado para los propios miembros de la asociación, que dispone de un lugar privado para el consumo. A pesar de diversas intervenciones policiales y judiciales, estas asociaciones se han extendido hasta llegar a ser muy numerosas. Solo hay datos oficiales en el País Vasco y Cataluña, donde suman alrededor de 200 asociaciones de este tipo y donde en 2012 ambos gobiernos regionales han comenzado el proceso para aprobar una regulación administrativa de los clubes. A diferencia del modelo holandés, donde el cultivo no está regulado y se lleva a cabo en la clandestinidad, en este modelo es el propio club el que cultiva bajo el control de los miembros y sin que exista un fin comercial que pueda propiciar la promoción del consumo. También existen clubes similares en Bélgica, Alemania y Francia.
Portugal
En 2001, Portugal se convierte en el segundo país de la Unión Europea tras España en abolir los castigos penales por posesión de droga a nivel personal. Además, los usuarios deben cumplir con terapias en lugar de sentencias que provoquen prisión. Como explicó un alto funcionario del Ministerio de Sanidad: «Se trata de perseguir la enfermedad, pero no a los enfermos. El Estado portugués está contra la droga. Por eso su consumo no está prohibido. Pero no vamos contra los drogadictos. Por eso no se les incrimina. De ahí que una vez rehabilitados, puedan volver a la vida normal sin haber sido detenidos y, lo más importante, sin que conste en ningún sitio que han sido detenidos, lo que es vital para, por ejemplo, encontrar trabajo». Así una persona detenida por la policía que lleva encima una cantidad de droga que no supera un determinado nivel -si lo supera es un traficante y por tanto es puesto a disposición judicial- es conducida ante una comisión de seguimiento dependiente del ministerio de Sanidad que le dirigirá a un centro de desintoxicación si fuera necesario, pero sin que conste en ningún fichero policial o judicial.
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