domingo, 14 de abril de 2019

Sexismo en los cuentos populares


Como bien sabemos los cuentos son breves narraciones tradicionales que cuentan una serie de hechos imaginarios, encontrando así diferentes versiones y manteniendo a su vez una estructura similar, pero con algunos matices. La mayor parte de profesores o incluso los padres suelen utilizar estos recursos como instrumentos que incidirán en la construcción tanto de su identidad de género como de su propia personalidad, aunque dicha influencia no siempre es buena, pues en determinados momentos o narraciones pueden estar transmitiendo prejuicios, roles y estereotipos asociados a uno u otro sexo, condicionando así su futuro.
  • Ejemplos de sexismo en el cuento popular de Blancanieves:
“Todo en aquella casa era pequeño, pero más lindo y limpio de lo que se pueda imaginar. Cerca de la chimenea estaba puesta una mesita con siete platos muy pequeñitos, siete tacitas de barro y al otro lado de la habitación se alineaban siete camitas muy ordenadas…”
-Si quieres cocinar, coser y lavar para nosotros -dijeron los enanitos- puedes quedarte aquí y te cuidaremos siempre. Blancanieves aceptó contenta. Vivía muy alegre con los enanitos, preparándoles la comida y cuidando de la casita.”

En el relato tradicional, los enanos hacen un pacto con Blancanieves, repartiendo de esta forma las tareas de forma proporcional entre los ambos roles. Sin embargo, en la nueva versión los enanitos son tachados de seres sucios y desordenados, sin omitir el papel de Blancanieves como si fuese una criada para ellos, pues mientras ellos trabajan ella se dedica a realizar las tareas del hogar.
Aunque es cierto que podemos encontrar algunos ejemplares que pretenden romper con esos tópicos sexistas como por ejemplo el libro “Las Fieras Fútbol Club”, donde se pretende mostrar que el fútbol no es solo un deporte de chicos, sino que también puede ser jugado por el sexo contrario, las mujeres.


Es bastante habitual que en cada uno de los cuentos podamos encontrarnos con que la figura femenina está ligada a ser una sumisa y por tanto el personaje más débil, todo lo contrario, a la figura masculina, pues son mostrados como figuras fuertes que no temen a nada. Por ello, cuando leemos estos cuentos tradicionales podemos encontrar innumerables estereotipos como que las brujas son siempre los personajes malvados, proponen un amor ideal o incluso muestran esa inferioridad de las mujeres con respecto a los hombres, que son mostrados como los héroes o los salvadores de éstas. 
Para saber si un cuento es sexista o no, debemos ser muy observadores porque los pequeños detalles, por insignificantes que sean pueden transmitirnos información, como por ejemplo: ¿el delantal es un uso exclusivo de la mujer?, o mismamente continuando con la valentía y responsabilidad de los hombres, ¿es único de ellos  en los cuentos?, por todo ello debemos prestar atención, ya que al ser una herramienta didáctica en el aula o incluso en el ámbito doméstico una buena manera de suprimir estos tópicos o estereotipos es trabajar con el niño a la vez que lee el cuento, permitiéndole cambiarlo o modificarlo de la forma que crea más conveniente.

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