Judith Butler
Es una filósofa post-estructuralista que
ha realizado importantes aportes en el campo del feminismo, la teoría queer, la
filosofía política y la ética. Autora de El Género en disputa. Feminismo y la
subversión de la identidad (1990) y Cuerpos que importan. El límite discursivo
del sexo (1993), y traducida a 20 lenguas, ambos libros describen lo que hoy se
conoce como teoría queer. Otros trabajos de Butler tratan problemas relevantes
para diversas disciplinas académicas, tales como filosofía, derecho,
sociología, ciencia política, cine y literatura.
Desde la década de 1990 ya se cuestionaba
la idea de que el sexo era algo natural, ella plantea que el género se
construye socialmente. Su trabajo ha cambiado la forma de pensar acerca del
sexo, la sexualidad, el género y el lenguaje. Sus preguntas acerca de las
categorías de identidad han influido sobre diversos campos y siguen desafiando
las viejas ideas del género, proponiendo repensar al sujeto.
Judit Butler se hace preguntas acerca de
la formación de la identidad y la subjetividad, trazando el proceso por el cual
nos convertimos sujetos cuando asumimos el sexo/género, identidades que son
construidas para nosotros y, de cierta forma, por nosotros, dentro de las
cuales existen estructuras de poder.
El sujeto de Butler no es un individuo
sino una estructura lingüística en formación. Dado que la subjetividad no es un
hecho y ya que el sujeto está siempre en un proceso interminable de “devenir”
es posible repetir la sujeción en diferentes formas. Butler cree que la
subjetividad es una construcción y el hecho de apegarte a una sola identidad
puede llegar a oprimir la identidad misma. La teórica menciona que no hay
necesidad de fijar una identidad de una vez por todas.
“¡La vida no es la identidad! La vida
resiste a la idea de la identidad, es necesario admitir la ambigüedad. A menudo
la identidad puede ser vital para enfrentar una situación de opresión, pero sería
un error utilizarla para no afrontar la complejidad. No puedes saturar la vida
con la identidad”
Teoría queer para niños
Para hacer comprensible su teoría, Butler
ha lanzado la siguiente pregunta: "cuando nacisteis, ¿qué es lo primero
que quisieron saber de vosotros? Exacto, si eráis niños o niñas". Hoy, la
asignación de sexo se produce incluso antes del parto. "Nadie llega al
mundo siendo una 'persona'. Los humanos sólo somos reconocidos como personas
cuando tenemos género". Pero el género no tiene nada que ver con nuestra
anatomía: "el género son los significados sociales de la asignación de
sexo". Así que más que con los genitales o las hormonas, el género tiene
que ver con todas aquellas expectativas que son trasladados al cuerpo del bebé
en forma de nombre, colores, juguetes, ropa, comportamiento, hábitos, etcétera.
"Tenemos que pensar el género como un
espacio de libertad", y entender que hay muchas maneras de ser
hombre y mujer, o de no ser ninguna de las dos cosas. Pero, a diferencia de lo
que piensan sus críticos, Butler no tiene ningún problema con aquellos que se
sientan cómodos con el género que les ha sido asignado.
Butler no se considera hombre ni mujer.
Literalmente le da igual: "no estoy interesada en tener una
identidad, sino en tener afiliaciones". Porque su rechazo del
género es un rechazo político de las estructuras de dominación que subordinan a
las mujeres y a todos aquellos que no encajan en el paradigma: el
"marica" de la clase, la "puta" o la "marimacho".
Y habla de "afiliaciones" porque entiende que la resistencia frente a
la heteronormatividad patriarcal tiene que ser comunitaria: la lucha trans no
es solamente la de aquellos que aspiran a una resignación de género, sino
también la de todos aquellos que habitan en la indefinición de los márgenes;
incluso y quizá especialmente de las personas cisgénero que no quieren que su
identidad sirva para vehicular la opresión de sus iguales.
(https://es.wikipedia.org/wiki/Judith_Butler#Biografía)
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