miércoles, 3 de abril de 2019

El sexismo en los deportes

El deporte históricamente fue un espacio que las mujeres tuvieron que conquistar mediante luchas. En los Juegos Olímpicos, el mayor evento de deporte mundial, todavía no se ha alcanzado una participación igualitaria de hombres y mujeres: en los JJOO de Río 2016, las mujeres latinoamericanas representaron solamente el 38% del total de deportistas de la región.

El deporte, como espacio cultural, es uno espacios privilegiados desde donde se construyen las masculinidades hegemónicas. La violencia y la agresividad son dos características que están asociadas a los varones y que en el deporte están permitidas.

Así como se construye aquello que es ser varón, también se construye lo que es ser mujer. ¿Qué pasa si una mujer quiere jugar al rugby? Probablemente, si la dejan, la catalogarán como “machona". Igualmente ocurre con un varón que realice patinaje artístico o danza, pues son considerados "afeminados".

Pero actualmente el deporte sigue siendo binario, lo quiere decir que se sigue separando entre deportes para mujeres y deportes para varones, como si esas fueran las únicas dos formas posibles de vivir el género. Las personas transgénero, transexuales e intersexuales son víctimas de mucha discriminación en el ámbito del deporte.

Las atletas mujeres trans son sometidas a análisis de niveles de testosterona, bajo la suposición que esta influye en el rendimiento deportivo. Esto se sigue realizando aunque haya estudios científicos que demuestran que no es así. La situación de los varones trans es distinta y ligeramente mejor: el comité olímpico internacional los deja competir en las ligas masculinas sin ninguna restricción. Nuevamente vemos cómo el deporte como espacio para las mujeres, tanto cis como trans, es constantemente cuestionado.

Específicamente en el fútbol, la situación de las ligas femeninas es extremadamente desventajosa respecto de las de los varones. A partir de 2017, países como Colombia, Venezuela y México anunciaron la creación de Ligas de Fútbol Femenino profesionales. Este deporte crece exponencialmente a nivel mundial y Latinoamérica se está sumando a la tendencia, pero aún persisten grandes desigualdades. Por ejemplo, en España, la Copa del Rey otorga un premio de 1 millón de euros al equipo ganador, mientras que la Copa de la Reina otorga un premio de… CERO euros al equipo ganador.

¿Por qué hay tan pocos deportistas profesionales que se declaren abiertamente homosexuales? ¿Por qué hay ligas de fútbol sólo para personas LGBTI+?
En el fútbol específicamente y en el deporte en general, tildar de “homosexual” es la principal forma de insultar. Los cánticos homofóbicos y las violencias entre hombres hacen que sea especialmente difícil para los deportistas asumir sexualidades distintas a la hetero. Algunos jugadores no-heteros experimentan miedo al rechazo de sus compañeros, a tirar su carrera por la borda, y/o a ser víctima de ataques.


Deportes asociados al género
A continuación, vamos a mostrar algunos actos sexistas contemplados en el mundo del deporte:

Ella es Alizé Cornet, tenista francesa sancionada por incumplir el código al quitarse la camiseta en la cancha con el fin de colocársela correctamente.


En los Juegos Olímpicos de 2016, un comentarista de la NBC afirmó respecto al equipo femenino de gimnasia de los EEUU que las mujeres "perfectamente podían estar paradas en medio de un centro comercial".


Se trata de un campeonato de Pádel en Ciudad de Arévalo donde el premio para hombres es de 500€ mientras que el premio para mujeres es sólo de 300€.


Su nombre es Eugenia Bouchard, tenista Canadiense que tras ganar su partido en la segunda ronda del Abierto de Australia de 2015, un presentador de televisión, durante una entrevista posterior al partido, le pidió a Eugenia Bouchard, de 20 años, que "ofreciera una vueltita para el público".


En 2016, Brooks Marlow, un jugador de los Houston Astros de las ligas menores, twiteó "Ninguna dama debería estar en ESPN hablando durante un partido de beísbol, en especial Mendoza, lo siento", en alusión a la comentarista de ESPN Jessica Mendoza. El jugador quedó fuera de la liga durante dos temporadas.

Pero el sexismo en el ámbito deportivo no se limita sólo a atletas. Las periodistas deportivas suelen tener que soportar acoso sexual por parte de agentes, jugadores y entrenadores de distintos deportes, y se enfrentan a todo tipo de actitudes, desde ser acosadas con insistencia para que ofrezcan sus números telefónicos, hasta ser víctimas de exhibicionismo en los vestuarios.


La delantera noruega Ada Hegerberg se convirtió en la primera mujer en recibir el Balón de Oro, considerado uno de los más grandes honores que un jugador de fútbol puede recibir. Se trató de un momento histórico en la historia del deporte, aunque, durante la ceremonia de premiación, lo único que le importó al presentador, Martin Solveig, fue si Hegerberg sabía hacer twerking o no.

Algunas noticias sexistas:


















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