Sin embargo, para Rafael Del Villar el concepto de videoclip representa
otra cosa, pues para él, el videoclip busca proporcionar a su espectador el
sentir de la música, busca que con sus ojos realice lo mismo que cuando asiste
a un concierto en vivo. Por tanto, cada espectador interpreta la partitura
musical como quiere respecto al video siempre en concordancia con la guía de la
canción.
En cuanto a su historia, el
primer videoclip surgió en torno al año 1870, cuando en los salones de baile de
finales del siglo XIX se proyectaban diapositivas mientras la canción sonaba.
Por lo tanto, la necesidad de representar visualmente la canción viene dada
desde hace más de cien años.
Fue en los años 30 cuando la unión entre música y video llega a la
culminación, debido a que aparece la comedia musical. La cual se refiere a una
representación musical basada en un argumento sencillo apoyado en la comedia y
el humor.
El videoclip a partir de la década de los 80 se convierte en una
herramienta para dar más a conocer a los artistas. Además, este tipo de
prácticas audiovisuales tiene un gran efecto positivo en las ventas de los
álbumes. Por lo tanto, podríamos considerar que el videoclip es un arma
publicitaria muy eficaz.
Por todo ello, comenzaremos a analizar el sexismo en los
videoclips.
Para empezar, se debe analizar el sexismo en
videoclips desde el punto de vista del género musical de cada uno, ya
que hay géneros cuyas letras tienen más contenido sexista que otros y, por
ello, sus videoclips tienen más contenido sexista. Uno de los géneros con más
porcentaje en cuanto a este contenido es el Pop, seguido de la electrónica.
Utilizar el cuerpo de la mujer es una forma de seducir a un
público que bien quiere tener un cuerpo ideal como el que aparece en la imagen,
como es el caso de las mujeres o bien que le atrae sexualmente, como en el caso
de los hombres. Seducir se ha convertido en un instrumento al parecer
“indispensable” en los videoclips musicales y la parte más fácil para seducir
es utilizar la insinuación, el sexo o el erotismo.
El sexismo es
un ingrediente esencial de la cultura musical comercial dirigida a jóvenes. Hoy
en día en un país como España, el 50% de los videoclips con más éxito poseen
una o varias características de los contenidos sexistas de la comunicación. La
mayoría de estas características se refieren a la representación del físico de
las mujeres utilizándolo como reclamo, como forma de llamar la atención tanto a
hombres como a mujeres, como hemos mencionado anteriormente. Además, promueve
un modelo de belleza joven y extremadamente delgado.
Los videoclips también
son un arma de doble filo, por un lado, venden discos y por otro, promulgan
modelos de conducta idealizada en cantantes o grupos musicales protagonistas.
Los videoclips son comunicación de masas, esto quiere decir que hay una
cantidad muy elevada de personas que se van a sentir identificadas con las
personas protagonistas de estos, con la historia que nos cuentan etc. Por lo
tanto, se están emitiendo unas imágenes muy propensas a convertirse en modelos
a seguir por un número importante de personas.
Hoy en día, pensamos que debería ser intolerable este uso excesivo
de la imagen de la mujer, pisoteada por intereses económicos, mediáticos o
publicitarios.
Un ejemplo de videoclip machista es el de Mala Mía-Maluma, el cual
podéis ver en el enlace siguiente: https://www.youtube.com/watch?v=Q527XDLEpfU.
Aunque la mayoría de videoclips de este género de música son machistas.
A continuación, nos encontramos con un video en respuesta a uno de
las canciones y videoclip más problemático de los últimos años, es una canción
en respuesta a la canción de Maluma: 4 Babys: https://www.youtube.com/watch?v=OAVxcxnL-aQ
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