martes, 16 de abril de 2019


18 Tipos de enfermedades mentales

1. Trastornos del neurodesarrollo

Las enfermedades mentales vinculadas a alteraciones en el neurodesarrollo forman un tipo de enfermedad mental caracterizado por la presencia de una serie de déficits y dificultades en diferentes habilidades y capacidades que se manifiestan durante el desarrollo madurativo de la persona, apareciendo los primeros síntomas durante la infancia. 
Dentro de esta categoría podemos encontrar dificultades tales como la discapacidad intelectual, el trastorno del espectro autista, el TDAH o los trastornos del aprendizaje, comunicación o motores.

2. Trastornos del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos

Este tipo de enfermedad presenta una sintomatología común, y es la presencia de síntomas tanto positivos, es decir que agregan o exageran algún aspecto a la conducta normativa, como negativos, en que se disminuye y empobrece la capacidad del sujeto. 
Dentro de los síntomas positivos más conocidos se encuentra la presencia de alucinaciones perceptivas y delirios cognitivos de diferentes tipos, mientras que de entre los negativos es común la anhedonia, el empobrecimiento del lenguaje y la alogia.

3. Trastorno Bipolar y trastornos relacionados

El trastorno bipolar es un tipo de enfermedad mental caracterizado por la alternancia entre dos polos emocionales opuestos, manía (o hipomanía si los síntomas son menores) y depresión
Esta alternancia produce un severo desgaste emocional en el paciente, que pasa de estar completamente eufórico y con un muy elevado nivel de energía a una situación de tristeza, desmotivación y desesperanza. 

4. Trastornos depresivos

Las características básicas de este tipo de enfermedades mentales se basan en la presencia de un estado de tristeza patológica y persistente acompañada de anhedonia o falta de placer y/o apatía. Es frecuente que se presente una gran pasividad a nivel vital debido a la falta de motivación y la desesperanza. 

5. Trastornos de ansiedad

El tipo de trastorno mental más frecuente tanto en consulta como en la población general, los trastornos de ansiedad pueden identificarse debido al alto nivel de activación psicofisiológica que provocan junto con la presencia de un elevado afecto negativo o malestar. 

6. Trastorno obsesivo-compulsivo y relacionados

Este tipo de enfermedad del entorno del TOC se caracteriza por la presencia de un perfil de conducta rígido e inflexible, la presencia de dudas y un cierto nivel de perfeccionismo. Pero lo más distintivo y característico de esta categoría es la presencia de obsesiones, ideas intrusivas y repetitivas que son reconocidas como propias y en general como absurdas por el propio sujeto. 
Estas ideas generan una elevada ansiedad, pudiendo o no acompañarse de compulsiones o de acciones estereotipadas para rebajar dicha ansiedad (si bien no suelen tener una relación lógica con el motivo de ésta o dicha relación es exagerada). 

7. Trauma y otros trastornos relacionados con el estrés

Esta clase de trastorno mental se basa en la vivencia de unas circunstancias vitales determinadas, o por la presencia o ausencia de un estresor concreto, que siendo vividas de forma extremadamente aversiva por la persona provocan en el sujeto un patrón de comportamiento diferente al que tendría si no hubiese vivido dichas situaciones, y que produce mucho malestar en forma de crisis. 

8. Trastornos disociativos

Algunas circunstancias vitales provocan que la mente reaccione de forma anómala, provocando una disociación de sus mecanismos y procesos básicos, como la memoria o la identidad. Antiguamente uno de los dos tipos de enfermedades mentales que se consideraban típicos de la histeria, entre estos trastornos destacan la amnesia disociativa, la despersonalización o el trastorno de personalidad múltiple.

9. Trastorno por síntomas somáticos y trastornos relacionados

El otro y principal elemento que era considerado como síntoma de la histeria, la presencia de trastornos por síntomas somáticos. Este tipo de enfermedad mental tiene como principal característica la presencia de síntomas físicos sin que haya ninguna causa fisiológica para ella, siendo los síntomas físicos producto de la propia mente. Destaca el trastorno somatoforme (ahora por síntomas somáticos), el trastorno por conversión o la hipocondría.

10. Trastornos de la alimentación

Anorexia y bulimia nerviosas son desórdenes mentales de los que frecuentemente oímos hablar. Estos dos tipos de enfermedades mentales son dos de los principales trastornos de la alimentación, los cuales son conocidos por la presencia de patrones alimentarios anómalos.

11. Trastornos de la excreción

La alimentación y nutrición aportan nutrientes fundamentales al organismo con el fin de que pueda funcionar correctamente, pero en un momento dado los elementos sobrantes han de ser expulsados del cuerpo. 
En el caso de las personas con trastornos de la excreción, dicha expulsión se produce en circunstancias poco apropiadas y no controladas, a veces como consecuencia de la ansiedad. En este aspecto destacan la eneuresis y la encopresis, en que se excreta orina o heces respectivamente.

12. Trastornos del sueño-vigilia

Los problemas de sueño son también muy prevalentes en sociedades como la nuestra. Estos problemas pueden ser por defecto de sueño o insomnio o exceso de este, o hipersomnia. En ambos casos se causan problemas de cansancio, desmotivación y en algunos casos problemas de memoria y atención. 

13. Disfunciones sexuales

Si bien aún hoy en día se trata de un tema muy silenciado y considerado tabú, existe una amplia variedad de problemas sexuales. Las disfunciones sexuales están compuestas por aquellos trastornos que alteran, impiden o dificultan la consecución de las diferentes fases de la respuesta sexual humana, apareciendo principalmente a nivel de deseo, excitación u orgasmo. 
La eyaculación precoz, los problemas de erección, la anorgasmia o el deseo sexual inhibido son algunos de los trastornos de esta clase por los que más se consulta en la clínica.

14. Trastornos destructivos del control de los impulsos y de la conductas

Esta clasificación hace referencia a la presencia de un impulso súbito caracterizado por un elevado nivel de activación y angústia que el individuo es incapaz o tiene severas dificultades para resistir, debido a la profunda gratificación y bienestar que recibe con su conducta. Un ejemplo es el trastorno explosivo intermitente, la cleptomanía o la piromanía.

15. Trastornos por uso de sustancias y trastornos adictivos

El consumo y abuso de sustancias psicoactivas puede provocar graves problemas en el organismo. Dentro de este tipo de problemas encontramos la adicción, dependencia, intoxicación y abstinencia a muy diferentes tipos de sustancias, sean estimulantes, depresoras o perturbadoras.

16. Trastornos neurocognitivos

Los trastornos neurocognitivos hacen referencia a aquel grupo de trastornos que provocan una alteración en la conciencia o en los procesos mentales superiores debido a una perturbación a nivel neuronal. Síndromes confusionales, delirium o trastornos neurodegenerativos como las demencias entran dentro de esta clasificación.

17. Trastornos parafílicos

Las llamadas parafilias son un tipo de enfermedad mental caracterizado por la presencia de fantasías intensas y persistentes en las que el objeto de deseo sexual es anómalo, generalmente teniendo cierta fijación compulsiva en ese tipo de estímulos que interfieren en la vida o provocan un malestar. 
Generalmente se refiere a situaciones en que el objeto de deseo es un objeto o ente inanimado, un ser no consintiente o el sufrimiento o humillación de uno de los componentes. Algunos trastornos de este tipo incluyen el voyeurismo, el exhibicionismo, el sadismo sexual, el masoquismo o la pedofilia.

18. Trastornos de personalidad

Cada uno de nosotros tiene una personalidad propia, desarrollada a lo largo de nuestra vida en base a nuestras experiencias, en la que es posible observar la tendencia a responder de determinadas maneras a los estímulos del medio. El tipo de conductas que hacemos y solemos hacer, como analizamos y observamos el mundo e incluso nuestra propia identidad están mediados por la personalidad

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