lunes, 1 de abril de 2019

Visión general de las cárceles femeninas en Tailandia


Prisiones femeninas en Tailandia visión genérica

En las  prisiones tailandesas se siguen violando   los derechos básicos de las prisioneras femeninas y privan a las mujeres de los servicios esenciales de salud y productos desde toallas sanitarias hasta sostenes. La situación actual se agrava debido a las duras leyes contra las drogas haciendo que las cárceles estén superpobladas y que las reclusas sufran el hacinamiento y todo lo que esto conlleva. Este artículo revela las condiciones devastadoras de las prisiones femeninas en Tailandia donde las reclusas viven sin dignidad.
Las presas se quejan de la falta de ropa interior como los sostenes los cuales llegan a tener hongos y mediante los que las presas cogen infecciones. Además explican como si eres amiga de la líder de esa habitación tendrás la oportunidad de elegirlo sin embargo si te llevas mal o no te llevas te quedaran los que nadie quiere.
Por otra parte reciben toallas sanitarias de mala calidad que no se adquieren bien a la ropa interior, siendo así un problema de higiene para las reclusas.
Otro punto a destacar es la necesidad de tener dinero para poder sobrevivir en la cárcel, las presas solo pueden tener en torno a 8 dólares estadounidenses, algunas presas afirmaban que con esto es imposible vivir por lo que pedían prestamos “internos” que deberían devolver con un alto interés pero si luego las deudoras no tenían dinero para pagar les quitaban la comida que les enviaran sus familiares para cobrar la deuda. Las autoridades saben de esta problemática pero no intervienen.
 El consejo nacional para la paz, que es una junta de gobierno de Tailandia, llevo a cabo reformas que precisamente no beneficiaron a las presas, provocando restricciones en  la vida cotidiana de las reclusas.
Algunas de estas restricciones eran que las reclusas no podrían llevar nada al lugar donde duermen, el problema venia cuando las mujeres tenían el periodo. Tampoco podían llevarse un libro para leer o un diario para escribir. Los propios guardias admitían tener miedo de que los pillaran si no seguían las órdenes y permitían  a las presas llevar objeto personales a la hora de dormir.
Otra de las problemáticas mayores en las prisiones femeninas de Tailandia son los servicios de salud. El estado ofrece servicios de salud y las mujeres tienen derecho a acceder a los servicios públicos de salud del sistema nacional, como cualquier otro ciudadano. Pero debido a que las prisiones se encuentran sobrecargadas  la solución es, que  “no se enfermen”. A pesar de las malas condiciones y de la falta de higiene que hay en las cárceles.
“Desde adentro siempre dicen que no se enfermen porque lo único que obtendrán es paracetamol para curar todo” según Auyphon Suthonsanyakorn.

En algunos casos enfrentan maltrato verbal de parte de los profesionales de la salud. Las mujeres que viven en recintos pequeños dentro de una prisión masculina se enfrentan a más problemas que las que se encuentran en correccionales o en la sección femenina de grandes prisiones centrales. Esto se debe a que las mujeres en prisiones masculinas no tienen su propia unidad médica sino que tienen que compartir los servicios con los reclusos. Les dan acceso a los servicios de salud sólo después de que los prisioneros hayan terminado debido a las regulaciones que expresan que las mujeres y los hombres en las cárceles no se pueden juntar.
Auyphon Suthonsanyakorn mencionó un incidente que refleja la situación de los servicios de salud en las prisiones centrales: Presencié un caso en el que una mujer se enfermó tanto que no podía levantarse y estuvo en la cama durante días. Cuando llegué tenía fiebre alta, le toqué la rodilla y estaba muy caliente, hinchada e infectada. Sin embargo, no la llevaron al hospital. Por suerte, los familiares de la reclusa solicitaron que  la llevaran a un hospital cuando no pudo valerse por sí misma. El doctor luego explicó que si no la hubiese llevado al hospital  hubiera sido tarde.
Los centros de correccionales femeninos se encuentran un poco mejor. Los doctores, las visitan una vez por semana. Además las mujeres pueden acceder a un mayor número de medicamentos que si están en un recinto pequeño dentro de cárceles masculinas.
Un total de 84.58% de las reclusas fueron sentenciadas por casos de drogas. Desde el 1 de junio del 2016, de los 35.768 criminales convictos 30.821 fueron condenados por violar leyes relacionadas a las drogas. Las leyes de drogas excesivamente duras de Tailandia ponen cada vez a más personas en cárceles
Pero ¿Por qué las prisiones están desbordadas? ¿Significa esto que la sociedad tailandesa tiene más criminales  que otras? ¿O hay algo mal con el sistema judicial de Tailandia?

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