Prisiones femeninas en
Tailandia visión genérica
En las prisiones tailandesas se siguen violando los
derechos básicos de las prisioneras femeninas y privan a las mujeres de los
servicios esenciales de salud y productos desde toallas sanitarias hasta
sostenes. La situación actual se agrava debido a las duras leyes contra las
drogas haciendo que las cárceles estén superpobladas y que las reclusas sufran
el hacinamiento y todo lo que esto conlleva. Este artículo revela las
condiciones devastadoras de las prisiones femeninas en Tailandia donde las
reclusas viven sin dignidad.
Las presas se quejan de
la falta de ropa interior como los sostenes los cuales llegan a tener hongos y
mediante los que las presas cogen infecciones. Además explican como si eres
amiga de la líder de esa habitación tendrás la oportunidad de elegirlo sin
embargo si te llevas mal o no te llevas te quedaran los que nadie quiere.
Por otra parte reciben
toallas sanitarias de mala calidad que no se adquieren bien a la ropa interior,
siendo así un problema de higiene para las reclusas.
Otro punto a destacar
es la necesidad de tener dinero para poder sobrevivir en la cárcel, las presas
solo pueden tener en torno a 8 dólares estadounidenses, algunas presas
afirmaban que con esto es imposible vivir por lo que pedían prestamos
“internos” que deberían devolver con un alto interés pero si luego las deudoras
no tenían dinero para pagar les quitaban la comida que les enviaran sus
familiares para cobrar la deuda. Las autoridades saben de esta problemática
pero no intervienen.
El consejo nacional para la paz, que es una
junta de gobierno de Tailandia, llevo a cabo reformas que precisamente no
beneficiaron a las presas, provocando restricciones en la vida cotidiana de las reclusas.
Algunas de estas
restricciones eran que las reclusas no podrían llevar nada al lugar donde
duermen, el problema venia cuando las mujeres tenían el periodo. Tampoco podían
llevarse un libro para leer o un diario para escribir. Los propios guardias
admitían tener miedo de que los pillaran si no seguían las órdenes y
permitían a las presas llevar objeto
personales a la hora de dormir.
Otra de las
problemáticas mayores en las prisiones femeninas de Tailandia son los servicios
de salud. El estado ofrece servicios de salud y las mujeres tienen derecho a
acceder a los servicios públicos de salud del sistema nacional, como cualquier
otro ciudadano. Pero debido a que las prisiones se encuentran sobrecargadas la solución es, que “no se enfermen”. A pesar de las malas
condiciones y de la falta de higiene que hay en las cárceles.
“Desde adentro siempre
dicen que no se enfermen porque lo único que obtendrán es paracetamol para
curar todo” según Auyphon Suthonsanyakorn.
En algunos casos
enfrentan maltrato verbal de parte de los profesionales de la salud. Las
mujeres que viven en recintos pequeños dentro de una prisión masculina se enfrentan
a más problemas que las que se encuentran en correccionales o en la sección
femenina de grandes prisiones centrales. Esto se debe a que las mujeres en
prisiones masculinas no tienen su propia unidad médica sino que tienen que
compartir los servicios con los reclusos. Les dan acceso a los servicios de
salud sólo después de que los prisioneros hayan terminado debido a las
regulaciones que expresan que las mujeres y los hombres en las cárceles no se
pueden juntar.
Auyphon Suthonsanyakorn
mencionó un incidente que refleja la situación de los servicios de salud en las
prisiones centrales: Presencié un caso en el que una mujer se enfermó tanto que
no podía levantarse y estuvo en la cama durante días. Cuando llegué tenía
fiebre alta, le toqué la rodilla y estaba muy caliente, hinchada e infectada.
Sin embargo, no la llevaron al hospital. Por suerte, los familiares de la
reclusa solicitaron que la llevaran a un
hospital cuando no pudo valerse por sí misma. El doctor luego explicó que si no
la hubiese llevado al hospital hubiera
sido tarde.
Los centros de
correccionales femeninos se encuentran un poco mejor. Los doctores, las visitan
una vez por semana. Además las mujeres pueden acceder a un mayor número de
medicamentos que si están en un recinto pequeño dentro de cárceles masculinas.
Un total de 84.58% de
las reclusas fueron sentenciadas por casos de drogas. Desde el 1 de junio del
2016, de los 35.768 criminales convictos 30.821 fueron condenados por violar
leyes relacionadas a las drogas. Las leyes de drogas excesivamente duras de
Tailandia ponen cada vez a más personas en cárceles
Pero ¿Por qué las
prisiones están desbordadas? ¿Significa esto que la sociedad tailandesa tiene
más criminales que otras? ¿O hay algo
mal con el sistema judicial de Tailandia?
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