En los últimos tiempos, se le ha dado más importancia a la enfermedad de sintomatología física, pero no tanta a la salud mental, a pesar de que la OMS define la salud como el estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Podemos remontarnos a finales de siglo I y comienzos del siglo II cuando el autor romano Juvenal escribió esta cita latina perteneciente a sus sátiras “Mens sana in corpore sano”. Algo que podemos interpretar como la necesidad de una mente sana para un equilibrio de vital importancia.
El sociólogo canadiense Erving Goffman es autor de una obra titulada “Estigma”, en la cual definió estigma como el proceso en el cual la reacción de los demás estropea la “identidad normal”, reconociendo la experiencia de una enfermedad mental como forma de estigma, que se da en una gran variedad de contextos sociopolíticos en muchas partes del mundo.1
Para abordar sobre el estigma que causan las enfermedades mentales, debemos explicar que es una enfermedad mental. La enfermedad o trastorno mental puede definirse como la alteración de tipo emocional, cognitivo o comportamental, en el que quedan afectados procesos psicológicos básicos como la emoción, la conducta o el aprendizaje. Existen gran cantidad de enfermedades y trastornos mentales, entre los que podemos mencionar: esquizofrenia y trastornos psicóticos, trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos disociativos, trastornos de la personalidad, trastornos adaptativos, trastorno bipolar, trastornos somatomorfos y trastornos facticios.2
Las enfermedades mentales son un gran estigma en nuestra sociedad y sobre todo en el mundo desarrollado del hemisferio norte. Tras una entrevista con un especialista en la materia, y en la que este dicte su diagnóstico, el paciente ya vive con ese estigma, el estigma de ser visto diferente al resto de la sociedad, el no encajar en ella, vivir aislado socialmente, y aprender a vivir con una enfermedad que en muchas ocasiones cursa de manera crónica, con sus consecuentes recaídas y brotes. Otro de los problemas a los que los enfermos mentales se enfrentan, es encontrar un trabajo, según un artículo del periódico El Mundo solo el 5% de los afectados por trastornos mentales graves tiene un trabajo.
Muchas personas que padecen algún trastorno mental, evitan hablar de ello, para así evitar el rechazo social, aun así en este enlace se muestra un vídeo en el que diversos pacientes cuentan acerca de su experiencia con la enfermedad y las dificultades que han tenido a lo largo de su enfermedad.
https://youtu.be/sehNmNEBCDw
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