lunes, 6 de mayo de 2019

El caso de Stephanie Stine Toft

"Se calcula que un 1,7% de los bebés que nacen cada año presentan variaciones de las características sexuales."
A. Internacional.
Desde que nació Stephanie se identificaba con el género femenino, pero todo esto cambió al llegar a la adolescencia y empezar a desarrollar características masculinas y femeninas; esto hizo que creciera mucho y desarrollara pechos e igualmente subió tanto de peso que escondía sus pechos con cintas.

Su situación fue tan drástica que estuvo a punto de cortarse los genitales, paró en el último momento para evitar desangrarse. Tomó la decisión de querer parecer un chico y cuando le empezó a salir barba le resultó más sencillo, aunque detestaba su apariencia; no fue hasta los 21 cuando vivió una fuerte crisis psicológica y pidió ser enviadx a una clínica de sexología, pero en vez de eso fue enviadx a realizarse un examen psiquiátrico. Tras un largo año abandonó las sesiones de psiquiatría y fue remitida a sexología donde no se le diagnosticó como persona transexual.

Tras ser ingresadx durante un año y medio se fue a vivir con su novia de entonces con la que tuvo que romper por no poder sostener el estereotipo social de hombre; después de todo lo anterior recurrió a un ginecólogo donde se planteó el uso de estrógenos e inhibidores de testosterona. Al animarse a tratar con un experto para ponerlo en marcha solo se le ofreció proporcionarle testosterona, extirparle los pechos y "hacerle hombre". Stephanie sigue en su odisea y busca que el sistema de salud pública le proporcione este tratamiento.

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No es una patología
No es una identidad de género

No es una orientación sexual

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