"Se calcula que un 1,7% de los bebés
que nacen cada año presentan variaciones de las características sexuales."
A. Internacional.
Desde que nació Stephanie se identificaba con el género
femenino, pero todo esto cambió al llegar a la adolescencia y empezar a
desarrollar características masculinas y femeninas; esto hizo que creciera
mucho y desarrollara pechos e igualmente subió tanto de peso que escondía sus
pechos con cintas.
Su situación fue tan drástica que estuvo a punto de
cortarse los genitales, paró en el último momento para evitar desangrarse. Tomó
la decisión de querer parecer un chico y cuando le empezó a salir barba le resultó
más sencillo, aunque detestaba su apariencia; no fue hasta los 21 cuando vivió
una fuerte crisis psicológica y pidió ser enviadx a una clínica de sexología,
pero en vez de eso fue enviadx a realizarse un examen psiquiátrico. Tras un
largo año abandonó las sesiones de psiquiatría y fue remitida a sexología donde
no se le diagnosticó como persona transexual.
Tras ser ingresadx durante un año y medio se fue a vivir
con su novia de entonces con la que tuvo que romper por no poder sostener el
estereotipo social de hombre; después de todo lo anterior recurrió a un
ginecólogo donde se planteó el uso de estrógenos e inhibidores de testosterona.
Al animarse a tratar con un experto para ponerlo en marcha solo se le ofreció
proporcionarle testosterona, extirparle los pechos y "hacerle
hombre". Stephanie sigue en su odisea y busca que el sistema de salud
pública le proporcione este tratamiento.
No es una patología
No es una identidad de género
No es una orientación sexual
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