El porcentaje promedio de las mujeres en las cárceles de Kenia oscila entre el 1% y 6% de mujeres en relación con el total de personas en prisión.
Para empezar hay que tener en cuenta que a mayor parte de mujeres kenianas son analfabetas y pobres.
Generalmente las mujeres aquí son detenidas por homicidios, infanticidio, aborto (que la condena puede ser la cadena perpetua) y hurto.
Una vez son detenidas ya son discriminadas. Se les suele negar el acceso a programas vocacionales y de recreación, e incluso a veces no les proporcionan las provisiones sanitarias necesarias para la menstruación.
En ocasiones las cárceles de mujeres están separadas de las de los hombres; pero en la mayoría de las veces se encuentran juntas. Esto provoca que sean más vulnerables al abuso físico y psicológico de los presos. A estos abusos no intervienen o intervienen un poco los pocos funcionarios de cárcel que están trabajando en esa cárcel. Aun yendo a cárceles solo de mujeres también pueden sufrir este tipo de abusos, pero en estas ocasiones por parte de los funcionarios y guardias de la cárcel.
Actualmente hay una lucha para la mejora de las condiciones de las cárceles femeninas de África.
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