Como hemos mencionado anteriormente, el sexismo está presente en
el lenguaje. A continuación, presentamos algunas claves para expresarnos de una
forma no sexista:
1. No generalices en
Masculino
Esta práctica se basa en la idea de que el masculino, como género
gramatical es universal y neutro. Algunos ejemplos:
"El hombre ha creado maravillas con la tecnología"
Para hablar o referirse a colectivos, grupos o plurales formados
por mujeres y hombres sin incurrir en la generalización del masculino puedes:
- Utilizar sustantivos colectivos no sexuados o las palabras "personas o personal"
- Sustituir la categoría del sexo por el grupo representado en cuanto a cargos o funciones
- Recurrir a la doble forma femenino-masculino
Otros ejemplos:
Los derechos del hombre…
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Los derechos humanos…
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Niños de la calle…
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La gente en situación de calle…
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Los trabajadores
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El personal asalariado
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Las enfermeras
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El personal de enfermería
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Los presidentes o el presidente
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Las presidencias
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El mexicano…
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Las y los ciudadanos en México
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2. No uses refranes
sexistas
Como hemos mencionado en una de las entradas, la
“sabiduría popular” contaba con contenidos sexistas, por lo que recomendamos
evita r su uso, ya que de
alguna forma, pasarán a la siguiente generación, promoviendo, de nuevo, el
sexismo en el lenguaje.
3. Visibiliza a las
mujeres
Una manera de reflejar la presencia y participación de
las mujeres es a través del uso de artículos y pronombres femeninos. Emplear
"las" y "los", referirse a "ellas" y
"ellos" o bien, usar el pronombre "nos" en sustitución del
nosotros o el "quien" o "quienes" son alternativas que nos
permitirán hacer visible las experiencias y la participación de las mujeres en
la realidad social.
Ejemplo: En lugar de referirnos a los usuarios
del transporte público es mejor afirmar: "quienes utilizan el
transporte público…" o bien.. "los y las usuarias del transporte
público…." entre otras formas de enunciación que podemos utilizar y que
nuestro idioma nos ofrece.´
4. Evita utilizar
imágenes sexistas
A través de imágenes o de estrategias publicitarias
continuamente se transmiten mensajes que estereotipan las habilidades y
comportamientos de mujeres y hombres. Estas imágenes influyen en nuestra
percepción, llegando incluso a afectar las emociones y sensaciones que tenemos
sobre nuestros propios cuerpos y en las experiencias relacionadas con el placer
y la sexualidad. Esto sucede porque a través de la publicidad se crea un
“ideal” no sólo de “estilo de vida” sino un “ideal” de cuerpos, pieles,
rostros, formas de vestir o de obtener placer.
5. Evita usar chistes
sexistas
La mayoría de personas considera que los chistes son
indefensos, pues la vida hay que tomársela con humor, pero influyen. Una
investigación realizada en la Universidad de Granada con 109 universitarios
varones de edades comprendidas entre los 18 y los 26 años ha demostrado que el
humor y los chistes sexistas favorecen los mecanismos mentales que incitan la
violencia y el maltrato hacia las mujeres, en aquellos sujetos que presentan
actitudes machistas. Los resultados obtenidos señalaron que aquéllos
que habían escuchado chistes machistas se mostraban mucho más tolerantes con la
agresión a las mujeres que quienes no los habían escuchado, lo que demuestra
que este tipo de humor favorece los mecanismos mentales tolerantes con los
comportamientos violentos hacia las mujeres (Breves 21, 2009).
6. Evita los
piropos
Por supuesto que hay matices, el mundo está lleno de
ellos, pero salivar frente a una chica que pasea por la calle mientras se
comparte cada detalle fruto de una, es tan ofensivo para ella como humillante y
denigrante para los dos. Ya lo hemos dicho alguna vez, no existe un solo hombre
que haya conseguido seducir a una chica usando esa técnica y sobre todo,
resulta patético ver a alguien tratando a una mujer como el que trata a una
vaquilla.
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