Qué es, concepto o significado
Se entiende por bisexualidad a la tendencia sexual
humana en la cual un individuo tiene inclinaciones sexuales o afectivas
románticas por sujetos de su mismo sexo y del sexo opuesto.
La bisexualidad no debe ser confundida en ningún caso con la intersexualidad,
se refiere a la tenencia de órganos reproductivos de ambos sexos por
condiciones biológicas (hermafrodita). Así,
la bisexualidad es más una condición
erótica y amatoria en la cual un individuo puede establecer relaciones
sexuales y/o emocionales con individuos de ambos sexos.
Etimología
Origen, historia o formación
Esta palabra se forma del elemento compositivo bi- que significa dos o de a dos, y del
latín sexualitis que se refiere en primera instancia a
la condición orgánica de los aparatos reproductivos de los individuos de una
especie, pero que en el caso de los humanos se extiende a esferas no meramente
biológicas.
Desde la antigua Grecia se han registrado comportamientos bisexuales
y parece ser una tendencia
consustancial al hombre. Esta
tendencia sexual ha sido invisibilizada y dejada de lado por las socialmente
aceptadas prácticas heterosexuales y las ahora aceptadas prácticas
homosexuales; el tabú que encierra la bisexualidad es la creencia de carencia de
identidad sexual y de indeterminación, tanto así, que algunas sectores creen
que la bisexualidad es una homofobia internalizada
de un individuo realmente homosexual.
A lo largo de la historia se
han hallado algunas comunidades y se han presentado ciertos acontencimientos y
encuestas que, permiten poner en duda las posiciones radicales sobre lo
que es la bisexualidad invitando a los investigadores, sexólogos, antropólogos,
psicólogos y sociólogos a ampliar su concepción de la bisexualidad.
Un estudio en Chicago (1989) a
adolescentes mostró que la bisexualidad puede ser un estado de transición
mientras se define una identidad sexual y que la inclinación por un sexo u otro
fluctúa según la etapa del desarrollo pero que nunca es totalmente homogéneo.
Existen varios
símbolos de orgullo bisexual, como la bandera tricolor rosada, morada y azul, y
un triángulo rosado y azul superpuestos que forman un color morado en su
intersección, el color morado representa la bisexualidad. La bisexualidad está
presente en la sigla LGTBI y
el 23 de septiembre se celebra su día y se llevan iniciativas con propósitos de
prevenir y luchar contra la bifobia,
que es la posición en la que se piensa que un individuo debe pertenecer
necesariamente o a la homosexualidad o a la heterosexualidad, pero nunca a
ambas.
Según algunos estudiosos, la mayoría de la población
es bisexual y se encuentra, según Alfred Kinsey, dentro de un rango de 1 a 5,
siendo 0 la heterosexualidad plena y 6 la completa homosexualidad.
No obstante, la bisexualidad sigue siendo un territorio complejo en el sentido
de que se desliga de las dinámicas polarizantes de la sociedad occidental.
Existen
cuatro nociones de bisexuliadad: bisexualidad biológica, bisexualidad psicológica,
bisexualidad conductual y bisexualidad cultural.
La bisexualidad aparece fuertemente
ligada con la sexologia médica y con el pensamiento de Lamarck y Darwin. La finalidad de
estas teorías, que operan desde el seno del evolucionismo, es describir la
función que la bisexualidad pudiera tener en la perpetuación de la especie
humana.
·
Bisexualidad psicológica
La bisexualidad ha sido objeto de
diversa consideración. En la obra de Freud, la bisexualidad, como ocurriera con la homosexualidad),
a menudo significaba la fijación de un desarrollo psicológico estancado. El
trabajo del psicoanalista Heinz Kohut, en cambio,
define la bisexualidad como un intento de regulación de la autoestima del
individuo para alcanzar satisfacción teniendo relaciones íntimas con un sexo o
dos. La necesidad de alcanzar satisfacción sexual con ambos sexos debe
distinguirse, en este paradigma, de algunas formas "patológicas" de
bisexualidad observadas en el historial clínico de pacientes con personalidad
de límites difusos o débiles y autorrepresentaciones fluidas.
·
Bisexualidad conductual
Esta se centra la atención en el
estudio de las biografías de individuos que presentan conductas bisexuales.
Para estas teorías, dado que la conducta sexual normalmente no suele darse con
los dos sexos al mismo tiempo, el mismo individuo suele relacionarse
exclusivamente con un sexo u otro durante una fase significativa del desarrollo
vital. Los estudios de este nivel focalizan el interés en las razones por las
que se producen estos saltos y en su significado. Así, la bisexualidad se
concibe como un resultado situacional o vital de la biografía de los
individuos. Esta dimensión cualitativa en el estudio de la conducta bisexual es
eludida por otros estudios cuantitativos del comportamiento sexual humano, como
los de Kinsey, que se limitan al recuento
estadístico de experiencias o deseos homosexuales y/o heterosexuales en los
individuos.
·
Bisexualidad cultural
Consideran que la dimensión
fundamental para conceptualizar el comportamiento sexual se halla en el seno de
las distintas culturas. Así, se presta atención a las ideas culturales
referidas a las relaciones sexuales o a las ideologías dominantes en una
cultura respecto de lo que se considera adecuado, saludable, moralmente
aceptable o reprobable en el seno de una sociedad concreta en un momento
determinado de su historia.
Enmarcadas en el seno del
constructivismo social, las teorías culturales niegan la validez científica de
categorías universales como la normalidad, la naturalidad o salubridad de unas
u otras conductas sexuales. Estas teorías son ajenas a consideraciones
biologicistas de la sexualidad, pues consideran que son las culturas, y no la
biología, las que determinan históricamente la objetivización conceptual y el
significado de los comportamientos, roles e identidades sexuales. Por ello, las
teorías culturales niegan que exista una única conceptualización de la
bisexualidad, sino que esta presenta distintos estatus y naturalezas
dependiendo del entorno cultural que se estudie.