PORNOGRAFÍA INFANTIL

La definición de pornografía infantil es compleja ya que depende de diversos factores: culturales, morales, comportamientos sexuales o de la religión dominante en la sociedad. Por ejemplo, según la UNCRC (Convención sobre los Derechos del Niño) se considera en España menor con la edad de 18 años, sin embargo, en países como Australia, establecida a los 16 años o Estados Unidos, establecida a los 15 años. A pesar de esto el Consejo de Europa define pornografía infantil como "cualquier material audiovisual que utiliza niños en un contexto sexual".

Las nuevas tecnologías han generado entornos de fácil acceso, producción y distribución de esta pornografía, sin embargo, podemos situar su inicio en los años 60 donde se dio la cifra más alta hasta entonces en el mundo occidental. Actualmente, cada siete minutos se muestra en Internet a un menor siendo objeto de abusos sexuales y según un artículo del periódico El País, del contenido analizado y eliminado por IWF en 2017,  el 43% de las víctimas tiene entre 11 y 15 años y  el 55% tiene 10 años o menos. También deja ver que el 33% de los casos hubo violación o tortura.

Hoy en día, existe una gran facilidad para la difusión y tráfico de pornografía infantil debido al anonimato que proporciona Internet. Por ello, existe una gran dificultad para llegar al emisor del contenido y presentar una denuncia. 

Cabe destacar que dentro del delito de pornografía infantil se ven implicados tres sujetos:traficante, que además de producir y comercializar el contenido también participa en el (solo o acompañado), menor y consumidor, el cual puede llegar a convertirse en traficantes o abusador retroalimentando el ciclo. 

Eliminar en la actualidad el 100 % de la pornografía infantil en Internet no es posible, por lo que el objetivo principal es la máxima reducción de este material, abordándolo desde diferentes estrategias: tolerancia cero, Softwares de detención, asociaciones en Internet o bloqueo de las páginas webs y de los portales de contenido pornográfico.