sábado, 30 de marzo de 2019

¿ADICCIÓN A LA PORNOGRAFÍA?

La pornografía es un tema que genera mucha controversia. En la mayoría de los casos, se considera simplemente un entretenimiento para las personas que lo consumen, sin embargo, la fácil accesibilidad a las redes ha convertido el consumo de pornografía en algo totalmente normalizado , generando de esto modo que muchos de sus consumidores desarrollen una adicción,  trastornando así muchos aspectos de su vida. 

Existen muchas razones que llevan al consumo de pornografía a parte de la propia satisfacción sexual como por ejemplo curiosidad, tener experiencia, aburrimiento, se sienten solos o porque necesitan liberar el estrés. 

La adicción a la pornografía no esta registrada en el DSM-V ( Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) ni en la CIE-10 ( Clasificación Internacional de Enfermedades). A pesar de esto, el consumo de pornografía genera los mismos efectos cerebrales que otro tipo de adicciones como la ludopatía o la adicción a la heroína: el cerebro libera una sustancia denominada dopamina, un neurotransmisor relacionado con la motivación y el placer. Se acumula en el núcleo de accumbens conocido como centro de recompensa y es por ello que presenta cuadros adictivos. 

El psiquiatra Norman Doigde analizó en un estudio los cambios neuroplásticos producidos en personas adictas a la pornografía, apareciendo un nuevo factor: la "tolerancia al estímulo" que hace que cada vez necesiten más material para excitarse. 

Esta adicción, genera consecuencias negativas a nivel individual, produciendo una falta de habilidades sociales, problemas emocionales (como el aislamiento social,  baja autoestima, etc.)
También surgen problemas en relaciones emocionales. 
Entre las consecuencias en mujeres, destacan: distorsiones de la imagen del cuerpo, teniendo la necesidad de cambiar su apariencia y comportamientos sexuales para estar a la altura de lo que contemplan en la pornografía. 

En relación a esta adicción, han surgido grupos de apoyo, principalmente en Estados Unidos, destaca la organización Your brain on porn, donde comparten experiencias e información para la prevención y la recuperación. 


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